El Transporte de pasajeros

Ostende


AEl tren de pasajeros, es evidente que ha traído un adelanto muy grande a Pinamar y a los balnearios vecinos: Ostende, Villa Gesell, San Clemente del Tuyu, Santa Teresita, San Bernardo, Mar de Ajo. Mucha gente ha viajado en esos trencitos antes de estar terminado el camino. Los pantanos enormes que se formaban cuando llovía hacían imposible poder transitar.

En el año 1949 surgió el proyecto de levantar las vías del ramal de Maradiaga a Pinamar por considerarlo inútil. Fueron Valeria Guerrero y su marido, quienes se dirigieron personalmente a Constitución. Hablaron con el señor Kennedy, quien los recibió muy simpáticamente. Los escucharon con mucha atención y tomaron nota de su defensa a ese ramal, que era muy justa, pues beneficiaba a una gran zona de la costa.

Ellos explicaron que lo que realmente hacia falta era que se pusiera un tren de pasajeros y explicaron lo que era la obra de Pinamar, y lo lindo y útil que seria ese balneario para el país. Para ese entonces el ferrocarril ya no era Ferrocarril Sur sino Ferrocarril Roca. En una de las entrevista en Constitución, el señor Kemmedy prometió que para semana santa iría a Maradiaga un vagón especial con ingenieros y jefes del ferrocarril para estudiar como se podría arreglar la vía y conocer esas regiones.

Finamente la promesa se cumplió, a los señores del ferrocarril todos les pareció muy agradable y se entusiasmaron con las playas y los montes de tala, tanto que de vuelta a buenos aires, pusieron enseguida manos a la obra y mandaron cuadrillas y materiales a pinamar. Desde el lugar donde Manuel guerrero había llegado con los rieles, desviando hacia la derecha y al mar, en dirección a Ostende, enderezaron la vía y la siguieron hasta mucho mas adelante.

Así llegaron cerca de la costa. Instalaron una casillas de madera como estación y un galponcito. Trabajaron todo el invierno y la vía quedo lista para fines de Agosto. Su inauguración fue el 27 de Agosto de 1949. Todo el pueblo y la gente del campo se había volcado a la calle. El intendente Costa pronuncio un discurso. Era increíble ver como el tren Huemul llegaba a la estación Pinamar, era curioso ver un lugar tan aislado en ese momento, con varios vagones llenos de gente.

En lo que respecta a los ómnibus, corría el año 1948 cuando el señor Pallavidini transfirió a la sociedad " Mar de Ostende", el fondo de comercio del hotel y siguió ocupándose como lo había hecho desde 1943, pero con más dedicación al transporte de pasajeros en Ostende y General Maradiaga, pasando por Pinamar. En el comienzo usaba automóviles de siete asientos cuando el camino no podía llamarse tal, pues era solo una huella de tierra, barro y pantanos espantosos en el inverno. De todas maneras pasaban, iban primero hasta el puesto Tokio y de ahí por Juancho tomaban la ruta 11 a Maradiaga. Otras veces, más adelante, cuando el arquitecto Bunge no estaba en Pinamar, pues había prohibido el paso a todos los vecinos de Ostende, tomaba el camino que va por el atajo al lado de las antiguas vías del tren, también hasta la ruta 11.

El paso con automóvil creó costumbre entre empleados y obreros que lo tomaban de tanto en tanto para ir como para volver de Maradiaga, siempre lo hacían gratis, entonces al señor Pallavidini se lo comenzó a llamar " El gaucho Pallavidini". Al poco tiempo con un permiso precario, se estableció el primer servicio de pasajeros por automotor desde la capital Federal, es decir desde Constitución, hasta Pinamar con los mismos métodos, utilizando, cuando había demasiado barro, unos vehículos de la guerra que llamaban "geepones´ para transportar a los pasajeros.

A veces tardaban entre 7 a 8 horas en llegar desde Maradiaga a la playa, por lo que en los horarios de los ómnibus estaba impresa la leyenda " Pallavidini cumple ". Más adelante el servicio desde Buenos Aíres se efectuaba con un ómnibus nuevo alquilado al "Chaja ", a razón de veintidós centavos el kilómetro recorrido, y el pasaje entre la Capital Federal y Pinamar costaba $ 17 moneda nacional. Este precio no se podía aumentar porque ya existía el " trencito " con tarifa política. Viéndose el éxito del servicio desde Buenos Aíres dispuesto por el señor Pallavidini, la empresa " Sol Mar " solicitó y obtuvo el correspondiente servicio, pero entre Capital Federal, Maradiaga y Mar de Ajó. Entonces los pasajeros de Pinamar trasbordaban en Maradiaga a la empresa local del señor Pallavidini, cuyo nombre era "Almar ".

Ese nombre surgió cuando hacia el viaje a Buenos Aíres, con motivo de la curiosidad de la gente que transitaba por Constitución a la salida del ómnibus, hacian preguntas relacionadas con el destino y sobre el letrero que decía Pinamar y que por aquel entonces era absolutamente desconocido, confundiéndolo con el popular balneario de Miramar, por este motivo le puso el nombre compañía " Almar " dando a entender que Pinamar también tenia mar.. El señor Pallavidini siguió con sus ómnibus, pues el trencito solo tenia dos horarios por día. Mas tarde la empresa " Sol Mar ", convertida por sus empleados en cooperativa paso a denominarse "Pulmann del sur ". Consiguió del gobierno ocho ómnibus nuevos, pero no aptos para larga distancia, así los fracasos continuaron hasta la revolución de 1955. Luego de la revolución, Pallavidini se presentó en la secretaria de trasporte a solicitar un permiso para efectuar el servicio abandonado por " Pullman del Sur "y formo a tal efecto una Sociedad de 5 personas, entre los que se encontraba el señor Antón.

Cada uno de ellos aportó un ómnibus con capacidad para treinta pasajeros sentados. La empresa siguió con el nombre de " Almar ". Los ómnibus eran conducidos por los mismos propietarios. Finalmente la sociedad se rompió en 1958, por problemas económicos y por la falta de camino asfaltado entre Maradiaga y los distintos balnearios.

El señor Antón solicitó un nuevo permiso y aunque los comienzos fueron malos, como contaba con una flota de camiones fleteros y por lo tanto con medios para obtener créditos y además se abrió la importación en el país para chasis especiales para larga distancia pudo seguir con esos viajes. Así la empresa "Antón " se hizo muy popular y eficiente. Luego llegaron otras como " Río de la Plata ", "Montemar" , esta última de recorrido interno y que hasta estos días esta en funcionamiento.